Humberto Barba

Una noche cualquiera

En cama, desnudo, adormecido y arrullado por el viejo ventilador,

Recordando aquellas noches de pasión en que fuiste mía y yo fui tuyo,

Todo es confuso, alargo mis brazos en busca de los tuyos,

Solo encuentro nada; las sabanas justo al lado mío cubiertas de escarcha están,

La almohada no tiene tu olor ni tus lagrimas solo está ahí, quieta

Parece mirarme y reclamarme el porqué de tu ausencia, tu vacío…

Y el colchón parece mantener la forma de tu cuerpo como una impronta, un intaglio…

 

Aunque no es la misma cama ni es la misma habitación,

Al apagar la luz todo se transforma, mi mente reconstruye aquellos escenarios

Transformando mi modesto recinto en aquel en el que algún día fuimos felices,

Todo parece estar allí: las mesitas de noche atiborradas de cosas que no usábamos,

Tu tocador con tus aromas, tus colores, tus aretes, tus collares, tus intimidades,

Todo está allí, no falta nada… el espejo colgado en la pared parece mostrar tu reflejo,

 

Los libros de poesía, Neruda, Borges se quedaron esperando nuestra cita para leerlos

Las cartas que nunca nos escribimos, tantas noches y días que tan poco compartimos

Los dibujos de las niñas al lado de los libros de Salmona, Triana, Le Corbusier,

Los cuadros se dibujan sobre las paredes, los oleos de EDU y las acuarelas tuyas

Juntos adornando con sus colores,  complementando el ambiente cálido de ayer,

La música de Facundo, Mercedes, Maria Marta, Serrat, Chopin, Sinatra, Blades…

Ya no estas…

 

La noche va muriendo dando paso a un nuevo día,

La luz del sol comienza a teñir de color el paisaje

Dándole bellas formas que alimentan y renuevan el espíritu

Me siento cansado casi sin fuerzas, pero aun así me reincorporo,

Salgo a la calle en busca de mi sustento, camino un poco lento pero seguro

Recorro los 1567 pasos que me separan del trabajo

Pienso en todo lo que paso anoche en la soledad de mi habitación…