Un arranque de piedras fundidas bajo los alados cascos de este potro
Que al golpe de su pesuña truena tempestad y ola
Cae rayo e infarta el centro mismo de la tierra, algo busca.
Enramados gigantes vueltos madera o nevadas montañas cual Atlas
Han sido heridos por la rabia de tal bestia de arqueada nuca
Y de pecho erguido, sucumbidos han sido arcángeles que levantaban
El índice con dirección al cielo en elegante pose digna
De los mas finos y sacros artes renacentistas,
Y en la otra mano envainaban espada de duelo desafiante
Al colérico demonio de fuego.
Al oleo sobre revoco cual pintura negra de Goya
de la escena de cruentos arreboles tras las siluetas
De los bélicos ángeles, que contrastaba a la penumbra árida y empedrada
Que pisaba el demonio ecuestre bajo sus llamas mas ardientes
Que los celestiales arreboles, a espada divina fue herido
Pero no detuvo su galope a ala de murciélago
¡Pues bien sabe él y todos! que algo busca.
Arcanos dioses de antiguos nombres el intento de desbocar
Al corcel de cumulonimbos y cirros han cometido,
Dioses antropófagos que devoran entre sí a sus propios hijos
Cual Saturno en Roma o Cronos antes del Olimpo,
Al áptero Pegaso poco a tambaleado y eso las parcas lo tienen
Bien sabido, es por su fuerza, es por su ira que ellos temen, su deseo,
Su locura y su tormenta, bien saben alla en el cielo
y aquí en el suelo, el y todos, que algo busca.