Vendrá la lluvia
a acariciar mi mejilla.
Vendrá la brisa
a revolver mi cabello.
Vendrá la luz
a iluminar mi ocaso.
Vendrá el denso polvo del olvido
mis recuerdos de ti a cubrir
pero más fuertes son
el mar, la tormenta y el Sol
para combatir este polvo ceniciento
que nace dentro de mí.