Si las rosas fueran azules
te daría una diariamente,
porque al darte esas flores
me amarás tiernamente.
Si el viento me acariciara
me acordaría de tus manos,
que en su suavidad me refugiara
como el viento en mis labios.
Si aquella estrella que brilla
iluminara mi camino esta noche,
yo caminaría esa milla
para darte mi amor con derroche.
Y si tú me aceptas amada mía
Harás feliz mi corazón y mi alma,
ya que al estar lleno de alegría
tú y yo juntos veremos el alba.