Cecilio Navarro

La campiña.

Campiña de amapola asilvestrada

en prado de trigal adormecido

que baila con la brisa ventolada

 

y vibra con el canto del pardillo.

Amores que se funden en abrazos

de avisos memorables advertidos,

 

y miedos que se olvidan en los trazos

oscuros de la noche inexplorada

buscando el frenesí, con arrebato.

 

Desliz de dulce miel acibarada;

tormenta de lejanas compañías

que truenan en confines muy cercanas.

 

Relámpagos cruzando la campiña

con rayos desnudando la pureza

al tiempo que se acaba, la inocencia.   

 

Cecilio Navarro  05/09/2015