Si entre el cielo y yo hay una batalla,
Por ti, que gane yo para tener tu amor…
Pues de allá has de venir hacia mí.
Cubres tus pechos con tu cabello…
Deseas hacer el amor…
Tú figura es como la de un ángel.
Tus alas se van expandiendo poco a poco,
Mostrando así…
Todos sus ojos.
Si no es conmigo que no sea con nadie…
Pues tu partida será pronto;
Oh Diosa del cielo.
Empecé amarte desde un comienzo,
A admirarte y anhelarte…
Pues el sexo no es pecado.
Pues tienes en mí, un lugar especial…
Y solo tú reinas en mi corazón…
Así es, no me equivoco.
Usted es la que habita,
En mi corazón…
Con pasión la he de amar.
Con fervor,
La he de respetar…
Y con más pasión la he de proteger.
Y el creador,
Será testigo de cómo la he
De tratar…
Porque así debería estar escrito.