Podría decir casi como Kafka
que mi niñez fue demasiado breve
que tuve un padre cruel
a pesar de las rosas que dejó
por esas casualidades de la vida
conocí todas las formas de la muerte
todas las caras de la parca
los desechos que dejamos
en aquel último segundo
que aprendí a pesar de ningún maestro
a sopesar todas las pesadillas
las pequeñas glorias y los despojos
como cuando un niño se acerca
a una travesura del amor
tan natural
y los días se sucedieron
en miles de ocasos y amaneceres
y aquí estoy, hermanos,
cruzando umbrales y recuerdos
después de haber muerto tantas veces
solo para saber que vivo aún
como el poeta escribió
y su nombre era Miguel:
“hablo después de muerto”
Por lo tanto esto no solo es
una biografía, puede ser
una autothanatografía
o una nueva y contradictoria palabra
descanso, cierro los ojos
estoy aquí
estoy aquí conmigo.