Lejos de aquella tierra distante
lejos de Portugal
voy recordando como emigrante
a esa tierra natural.
Lejos de los suyos
como si pudiera ver
ten fe en Dios
que un haz de volver.
Recuerda su pequeña aldea
y a todos los amigos
que se reunían en el bar
donde el viejo Juan
hablaba de sus hazañas
mientras le servían un buen vino
el calor de aquel hogar
era difícil de olvidar.
Siempre había un buen pasapalo
cochino o bacalao
siempre había choncho salado
o un cuarto pan con mojo.
El frio de noche
no era motivo para salir,
en la oscuridad de la calle
siempre había un faro prendido
una luz opaca pero que algo alumbraba
era la calle sola y oscura
pero no había peligro
porque a todo el mundo se respetaba.