Que sensación al contemplar tus ojos.
Que tierno placer se desata en mi
cuando encuentro tu mirada simple y profunda,
capaz de ofrecerme las mercedes de la serenidad.
Como olvidar el brillo que alumbró mis noches
y brindó luz eterna a mis sueños de verano.
Como no pensar en bellas cosas,
si al mirar tus ojos esmeralda
ignoré el embeleso plateado de la Luna.
Como no decir te quiero,
y evitar aferrarme a tus brazos.
Si tu mirada mi cuerpo quema, y que extraño,
¡es el mismo fuego que a mi vida anima!
1983