Te imagino en la clara madrugada proyectando el suave
pensamiento en tus sueños cálidos con la oscuridad reinante,
para que dónde solo esos recuerdos nos conecten en el
umbral del amor suspirando antes la viva imagen de nuestras bocas.
Perpetuando los tiempo sumisos de nuestros besos efímeros
confrontados en el choque divino por esas dos bocas serenas,
que igualmente te señalan en tu visión soñadora en esos momentos
muy tiernos que solíamos vivir en aquellas madrugadas del ayer.
Solitario entre mis sábanas grises me encuentro recordándote antes
ese rayo de luz de la luna que se filtra por un hueco de la ventana,
y choca en las pupilas de mis ojos para acelerar mi mente en largos pensamientos que me muestran tus caricias entre las brisas del amor.
RIVAS JOSE