En la esquina una habitación,
Una guitarra me espera,
Y sobre una mesa de cristal.
Una copa de licor, para brindar por ti mi corazón,
Ojos claros llenos de alegría, pelo de girasol,
Que brilla cuando el sol lo abriga,
Tu cintura me provoca,
Besar su boca y decirte, te quiero.
Cuando tu piel roza mi piel,
Y se unen como un pétalo a una rosa…
Te tomo en mis manos,
Y acaricio tus cuerdas,
Y admiro tu madera
Hermosa como tus caderas,
Inolvidables primaveras,
Que han sido nuestro rebaño,
Entre nosotros no existe el engaño.
Tu ha sido para mí la primera,
crepúsculo largos y verdaderos,
Enredaderas de melodías,
Que me acompaña habitar donde yo quiera...
Ven brindemos esta noche,
De luna llena; que nos llena,
Nuestras almas de cosas buenas,
Aroma de azucena.
Que nos rodea con voces de pena,
Y el silencio nos envuelve,
En la nota que tocas, mientras sollozas,
Paloma de blanco plumaje.
Se asoma el invierno,
Y con tu dulce canto te marchas,
Siguiendo al viento,
Que nos anuncia un amor,
Infinito como el tiempo….