Una dulce voz angelical retumba en mi cabeza...
Un bello despertar eh visto hoy...
Tu dulce sonreír me endulza la vida
Y tus palabras el alimento de mi alma.
Por ti he comenzado a volar
Me has enseñado a extender mis alas
Y volar lejos a donde solamente
Existamos tú y yo.
Tus labios me provocan...
Tus ojos me seducen...
Tus besos me enamoran...
Y tus caderas me consumen.
Tu gracioso andar me llena de alegría
Al saber que vienes a mí con los brazos abiertos
Y una bella sonrisa en tu rostro...
Tu dulce amar y tu belleza inmaculada
Me provocan a amarte, pero
Sólo por hoy serás la tinta de mis versos.
©Antonio Quesada Espinoza. Todos los derechos reservados.