Para vivir contigo he aprendido:
a trepar con mis labios tus largos silencios,
a descifrar con mis palabras el crucigrama de tu rostro,
a vencerte rindiéndome a tus pies.
Para vivir contigo:
te comparto con tus recuerdos,
me miento con tus verdades.
Para vivir contigo, he aprendido a vivir sin ti.
Marcos E. Cabrera