Saboreo tu sal
Cuando tu espíritu
se hace parte de mi cuerpo.
Y me corre por las venas
Y tu abrazo me rodea
con calor revelado
Me escribes en tu tabla
con el sudor del pecado.
Te sacias de mí, rompes la copa
y después me escondes
en algún pasaje de tu historia.
Entonces me pregunto
Si moriré o no para siempre