A la sorpresa de mi vida
Descubrí una loca fantasía,
que es la mujer que a mi mirar encanta;
sus trazos lindos, llenos de armonía,
por su visión, me oprimen la garganta!...
Esa emoción me da tanta alegría
y mismo siendo tan intensa y tanta,
esa mujer muy linda, aún sería
sólo un ensueño que me agrada y espanta.
En cada mínimo detalle de ella,
hecha alucinación, etérea y bella,
yo la presumo como simple charla.
Mientras, alegre, el corazón confiesa,
que esa mujer, pura ilusión, — ¡bien esa!
si no la tengo, es bien mejor soñarla...