Dile que las aves en su vuelo se adelantaron
que a la primavera se le hizo tarde
y cuando llegaron, aún era invierno
Dile que a las margaritas no hay quien las polinice
que las abejas se cansaron
y andan buscando otras cosas
Dile que a las sequía ya no hay quien las llueva
que las nubes rien
y ya no lloran sus penas
Dile que los ángeles se quedaron sin trabajo
que nadie espera nada,
ya nadie les reza
Dile que los demonios corrieron asustados
de estas almas que sin pierde
ya no tienen a que temer
Cuando hables con la vida
dile todas esas cosas. Nadie le ha volteado el juego
pero tampoco quieren jugarlo.
Y dile que ya nadie la espera y,más bien, es mejor
que ella empiece a esperar otras cosas