Y es que todo está en él. Las respuestas y las preguntas.
En mí había obscuridad como para una multitud. Pero él llegó. Encendió la luz y se quedó.
Llegó,
y aún llega,
todos los días,
hasta cuando soy más insoportable.
Él sabe cómo llegar,
sabe cómo marcharse,
y sabe cómo regresar... Es él.