I
Como un ave de presa en la plenitud de su vuelo
que vigila tus pasos mientras tú transitas en sueños
ningún lugar es fiable para que repose tu cuerpo
y en un ambiente de rapaces hambrientos
los carroñas también dejan en alto su ego
así se desata el combate por un bocado de ensueño.
II
Ya en plena trifulca cada quien expone su juego
algunos luchan en vano, otros incitan al miedo
evitando caer en pedazos para no sucumbir en el tiempo
y mientras la presa agoniza en el suelo
arriba, tan cerca del cielo, la disputa se torna un infierno
al final vencerá el más fuerte, hambriento por disfrutar su trofeo.