kavanarudén

Sentimientos encontrados

 

 

Sentimientos encontrados siento dentro de mi en este momento.

Trato de hablar con ellos, de escucharlos, de sentirlos en profundidad.

Hago silencio y me pregunto: ¿Qué sucede? ¿Qué pasa? ¡Tranquilízate!.

La melodía suave y dulce de un piano me acompaña. Cierro lo ojos y solo quiero sentir. No me he caracterizado por autoengañarme, porque sé el daño que eso me hace. Respiro profundamente, expiro y siento, solo quiero sentir.

 

Surge el temor, con esa típica sensación de frío en la boca del estómago.

Me mira a la cara y me dice: \"no ha muerto, tarde o temprano sabrá tu verdad y cuando se entere ya verás. Regresarás a tu rutina y será duro seguir. ¿Y si te has equivocado y no es la decisión correcta? Deja todo y sigue como estás, no podrás con todo lo que te viene encima. Simplemente no lo lograrás y terminarás mal.

 

Detrás del temor siento la fuerza de la rabia que se acerca. Ligeramente cálida con un cierto sabor amargo y seco en la boca. La rabia va siempre de la mano del orgullo. Menuda pareja. Con su voz chillona me dice:

“¡Tan grande y con tantas pendejeras en la cabeza!

¡Hasta cuando estás titubeando!

¡Poca cosa es para ti, te mereces algo mejor!

¡No es justo que no me den la titulación que merezco!

¡Siempre te tratan como un extracomunitario, no ven tus capacidades, hijos de puta!

¡Joder! No quiero regresar a mi rutina diaria. ¡Basta!

 

La esperanza, la cual siento tibia, acogedora, dulce y fuerte a la vez, se abre camino entre el temor y la rabia. La paciencia y tranquilidad de la misma la he siempre admirado. Me abraza fuertemente y me dice:

\"¡tranquilo! Todo irá bien. Lo más fuerte has realizado ya. Ten fe en ti mismo, podrás lograr todo cuanto te has propuesto. Tienes el amor a tu lado, una persona maravillosa que es capaz de hacer todo por ti. Es normal tener temor, pero que éste no sea el que guíe tus pasos. La rabia es mala consejera, sobre todo cuando tiene a su lado el orgullo herido que se convierte en un “ego” aplastador, convierte su fuerza en creatividad.

No estás solo, hay tantas personas que están contigo, que te quieren y quien te ama verdaderamente comprenderá tus actos, tus acciones.

No seas tan duro contigo mismo y recuerda que la perfección no es de este mundo. Relájate y déjate fluir. Sal, camina, respira profundamente. Mira las flores del campo, mira el paisaje a lo lejos, las aves que vuelan placenteras, confiando completamente en si mismas. Tómate una cervecita bien fría degustándola tranquilamente, sin prisas. Tú puedes, tú puedes, déjate fluir, relájate\".

 

Lentamente la paz desciende en mi, acompañada de la mano de la tranquilidad. Sigue la melodía del piano que me envuelve y me ayuda a fluir, a serenarme.

 

Es increíble lo que puede hacer un encuentro personal con uno mismo en sinceridad. No tener temor a los sentimientos que sentimos, ya que solo son eso, sentimientos. Ni buenos ni malos, simplemente sentimientos que hay que escuchar y no negar. Ellos nos pueden ayudar a profundizar aún más en el grande misterio que somos cada uno de nosotros.

Tenemos miedo al silencio, a la introspección, al meditar porque no sabemos que nos vamos a encontrar y ahí está el secreto, en escuchar más y hablar menos. Quizás por esa misma razón Dios nos dio dos orejas y una sola boca, para escuchar más. Para ser más receptivos y aprender de las pequeñas cosas de la vida, dando espacio a nuestro ser para enriquecerlo y perfeccionarlo. “Quiero ser la mejor versión de mi mismo”.