Como no amarte, rey de mi castillo,
el salvador de mis sueños perdidos,
la paz y la pasión de mi alcoba, eres,
mi señor, el que hace que sienta y vea
las estrellas, me ayudas a romper
con amargo pasado penitente.
contigo he vuelto a recordar lo bueno,
y de nuevo contemplar la belleza
de la vida, probarla y respetarla.
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Lola Barea