El otoño vencíase despacio
entre álamos de plata,
y entre sollozos de violines...
y acallados murmullos
de frío labio atravesado
mi alma enardecida...
melancólicamente naufragaba,
triste la dicha de todo aquel
que en la natura se contempla,
la esperanza...
se deshace muy despacio
en los lagos de mi alma,
engarzada de silencios
mi esperanza enamorada
entristecidamente naufragaba...
arropada por el viento,
y entre campos enardecidos
de reverdecida caña atravesada...
mi boca...
melancólicamente abandonada
soñaba con nuevas caricias
huida de tímido labio
y herida en su mortaja...
en los entristecidos valles
de mi alma enamorada.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.