Le falta una página al libro aquel
en el que tantas cosas escribimos,
donde al hacerlo no supimos,
que eran simples hojas de papel.
Con el tiempo todo se pierde,
la tinta mansamente se diluye,
cualquier letra, él destruye
sin dejar nada que recuerde
las palabras que un día nos dijimos
sin pensar en las consecuencias,
que con nuestros actos atrajimos.
Hoy, la página llena de ausencias
está, y tal vez lo resentimos,
¡porque serían nuestras vivencias!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Sept. 08/15