sandor

El milagro de Bach

Eran las diez en punto
de la noche y el día

gris oscuro 
que pronto adquirió

el color negro 
de un otoño que retrospectivamente 
me viene en medio 
del insomnio que arrastro

hace dos meses.

Puedo ver mi aliento
reflejado en la ventanilla del coche 
que acababa de aparcar 
al lado del portal número diecisiete
mientras las luces amarillas

de otros coches 
al pasar multiplicaban

mis dudas.

No recuerdo la cantidad de veces 
que alcé la mirada hacia aquel balcón
de la tercera planta

viendo la sombra

de sus curvas nerviosas asomarse.
Y es que nunca se olvida el deseo
al que renunciaste por muchas
hojas que hayas arrancado

al calendario.

Pero no era una buena idea subir a flirtear 
y a lo que sabías iba a suceder
con la mujer de una persona

que me tendió su mano
cuando solo mi sombra

y la de una botella
de whisky se acercaba.

Y esa noche ella me ofrecía su cuerpo
tan lleno de todo lo que deseaba 
para alejar la visión de mis derrotas.

\"Son unos días,hasta que regrese,
nunca sospechará de los dos\"

¿Los dos?
Luis y yo compartimos muchas cosas
pensé,pero no a su mujer,
y fue cuando puse la radio del coche
y una cantata de Bach
que tanto nos gustaba
obró el milagro.

Se acercaba el invierno
mi soledad aumentaba
a medida que mi matrimonio

se iba al fondo
y me veo meter la llave de contacto

en el coche 
y aquella cantata

acompañarme hasta casa

dejando que solo la música ocupara

mi pensamiento.

\"No puedo traicionar la amistad\"
le puse a Martha en un mensaje
y poco a poco
me fue venciendo el sueño.

Amanecí vestido envuelto
en una manta
encima de mi cama.

«Lo divino penetra sin palabras»
me vino a la cabeza esta noche
al acordarme de aquella
otra del pasado
y de un comentario

que hacía uno años me hizo Luis
al salir de un concierto:
«Bach ,puede extenuar»

Se equivocaba.
Bach nos salvó la amistad a los dos
aunque me trajo

el desprecio de Martha
por un gesto que ella
llamaba cobardía
porque sabía

que había soñado
muchas noches con ella

y muchos días.
sin darse cuenta

que el inicio de nada
y el final de todo

era lo que Bach

evitó que nos pasara.

 

Carlos