Las luces oscilaban, la tarde se acercaba
con sus rubias sonrisas y con sus labios rojos
engendró un sentimiento. Es que ella lo miraba
con sostenido amor. Y se perdió en sus ojos.
Y así; fue, que una historia callada comenzó
y así, fue, que el amor se desdobló de meses
y, en un día de Octubre su corazón la amó
para siempre. Aferrándola con su pecho dos veces.
Sus piadosos amores eran aguas tranquilas
que de ósculos sagrados un día se mezcló,
ella, era su rosal. Él, era sus pupilas.
y así; una noche desde sus brazos se durmió.
Una hermosa mujer es flor en su camino
él, es el viento del norte y viento del sur
ambos caminan al paso de un lino fino
y se regresan de cantos sin un agur.
Él, era sol que brilla reflejándo en la playa
su destello de amor. Ella, era la memoria
de una rosada luna que no quiere se vaya,
y así, entre sus amores se escribió tal historia.
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David John Morales Arriola