liborio cantillo

LVIII

¡No lo sé, pero presiento,

Que ha llegado la hora de mi ocaso¡

…Me siento sepultado en el rezago

Infernal del sufrimiento…

 

¡No lo sé, pero esta angustia

En que me abrazo,

Este fuego que calcina mis entrañas,

Esta sed que me abraza son patrañas

Del destino voraz que cierra el lazo ¡