¡No lo sé, pero presiento,
Que ha llegado la hora de mi ocaso¡
…Me siento sepultado en el rezago
Infernal del sufrimiento…
¡No lo sé, pero esta angustia
En que me abrazo,
Este fuego que calcina mis entrañas,
Esta sed que me abraza son patrañas
Del destino voraz que cierra el lazo ¡