En rescoldos de amor
te guardo por dentro,
en un anhelo insatisfecho,
en el fuego de mi amor apagado,
en la oscuridad de mi lecho
te guardo aquí muy dentro,
de repente te busco en los latidos
de este corazón malherido,
y crecen ansias de reencontrarme
con las tuyas en avidez,
en lo insoportable del tiempo
te guardo en los minutos,
en las horas y años.
Una vez y otra invades mi deseo,
mi sendero que sin ti es obscuro,
a veces iluminas con luces de locura,
revelas el secreto de mis dudas,
esclareces las ideas fortuitas,
te guardo en la sensación consecuente
de amor en cercanía,
¡Cómo te extraño vida mía!
que te conservo intacta
en las noches de luna ingenua
y al cruzar mis brazos en el pecho
a ti me estrecho y en el viento
escucho tu arrullo a lo lejos
que adormece mi agonía.
Te guardo amor, mi amor,
porque espero un día regreses
ya que mi anhelo no sabe de distancia
y mi cuerpo aún espera sentirte
entregada en la noche y plena en el día.