Cuéntame tus sueños. No me cuentes,
di cómo percibes el futuro.
Háblame de tí, de lo que sientes
cuando observas del rio las corrientes
y en su espejo reflejan sonrientes
aquel nuestro conjuro.
Habla, no me digas que no sabes
que el cielo sigue aun de un gris plomizo
por culpa de recelos. Deslaves
que desmantelaron nuestras naves
y obligaron a cambiar las claves
de nuestro compromiso.
Habla, por favor, dime algo, espero
que la ansiada un día primavera
haga florecer al limonero.
Dime, ya que sabes que te quiero,
cómo ansío verte en el florero
¡mi, juventud primera!
Y mañana, si ha de haber mañana,
haremos un hueco en nuestra pira
fundiendo en el fuego la desgana,
la hiel que atormenta el alma humana
y morder de nuevo la manzana
quemando nuestra ira.
©donaciano bueno