EL NiñO DEL MAR
Te recordamos niño querido,
niño que arrulló el mar…
Y el mar también lloró,
las olas se ennegrecieron
por el mal que te hicieron…
Ellas vistieron de luto
repudiando aquellos brutos,
mentes desquiciadas,
que permitieron que naufragaras,
en aguas salobres y heladas,
con viento y con marejadas.
Hoy te lloro, niño del mar…
lloro a gritos por tanta crueldad,
más que gritos, son fuertes quejidos,
porque tengo el corazón partido,
de ver tanto ser corrompido,
con almas que emanan maldad…
no sé, si Dios, los perdonará.
Quebrose tu cuerpecito
con la fragilidad del cristal,
la playa te acunó en sus brazos,
te hizo un lecho de alga y coral
y en la fría madrugada
te arropó la soledad.
Te cegaron la vida,
por ausencia de bondad,
abriendo en el alma, heridas,
a toda la humanidad.
Descansa valiente niño,
sobre nubes blandas, de armiño,
querubín con alas de nácar,
tendrás un cielo sin fin.
Tu prematura partida
sirva para reflexionar,
que se acaben las guerras y odios
y en el mundo reine la paz.
Felina