Mientras la tarde languidecía en mi caluroso terruño, escuchando el retorno de los pájaros al viejo árbol que se yergue en el patio, papá y yo leíamos y conversábamos sobre paisanos que se han ido al viaje eterno y el legado que han dejado. Contándome anécdotas de ellos me dice, ¿qué voy a dejar yo…? He aquí mi respuesta a ello.
Hoy le acompaño en el viaje retrospectivo de sus años vividos, aunque a veces le gane la nostalgia al asomarse algún recuerdo escondido y sus ojos se llenen de agua clara. Me cuenta de sus andanzas de niño hacia el río, que otrora brindaba diversión y sustento; de sus travesuras, cuando junto al abuelo iba al cerro a sembrar la semilla del alimento. Escondía los granos para simular que terminaba la faena más temprano, al final se descubría el travieso engaño, al notar que la germinación no prosperaba.
También hace memoria de su paso por la escuela, aunque fueron pocos años, aprendió lo importante para asimilar a lo largo de su vida las enseñanzas a través de la experiencia y lo plasmado en lecturas seleccionadas. Era común en aquellos tiempos, que el adolescente fuera colocado de aprendiz en algún oficio para forjar su futura actividad laboral, y en esos afanes aprendió sobre sastrería. Pero, su inquietud por desarrollarse un poco más, le hizo incursionar en otras áreas, combinó muy bien conocimiento y praxis, en mecánica y agricultura.
En ocasiones ha hecho remembranzas de los años juveniles, cuando disfrutaba de los bailes sociales y las ferias del pueblo donde la muchachada se reunía al compás de la marimba. Y de esas ocasiones guarda bromas entre amigos que se recuerdan por el ingenio y picardía, que no pasaban más allá de la sana alegría.
Con el paso de los años se hizo padre, me regaló la vida, sueños y anhelos. También hermanos, con quienes comparto la alegría de tenerlo siempre presente. Juntos realizamos varios viajes, que permitió conocer distintas etnias, costumbres y paisajes. Hoy puedo decir que tuve un maestro especial de geografía e historia, que traslado también a la ecología con lo que me gano el pan en esta vida. Así ha sido papá, a lo largo de su vida nos brinda su mejor herencia, trabajo, respeto, responsabilidad y honestidad.
¡¡¡Dios bendiga su larga vida!!!
Lissi