Tengo olvidado quien fui,
tras mil copas de whisky,
y cencerros dorados,
que mas que un sueño alado,
fue otra noche sin ti...
Tengo fatiga en mi alma,
piedras en mi pecho,
y muchos días que debo
soñar, ser libre y reír...
Y por mas que quiera
echar riendas al olvido,
tengo por testigo
la noche de anoche,
en que fui tan torero
por los pabellones
del azar y los vinos,
que el portero esa noche,
sin pensarlo me echó del castillo.
Entonces comprendí,
que no hay princesa ni fabula azul,
que desesperado intento,
darte el mismo momento,
en que tú te eches a reír.
Y para no cedarte con mis promesas,
de fábulas frías,
y mi vieja antología,
de camas vacías,
y noches sin luna
rogaría te dieran mi mismo juramento,
antes que el cura lo nombre...
Tengo sueños sin suelo,
habitantes de un mundo perdido,
en medio de mis sueños,
y la soledad que viene y que va,
por los callejones de mi frivolidad.
Y me encuentro a veces,
como un perro sin dueño
ladrando a las puertas
de ciudades sin gente,
y por la sinagoga de los perdedores,
converso con aquellos actores
que me piden la vida,
para que a su alma la nombren...
Luis Augusto 2015