Dulzura de sentirte,
eternamente mío.
Dulzura de alejarte
y atraerte
Dulzura, en el
Silencio, de tus
aguas nocturnas.
Dulzura y embeleso ,
en la distancia que
impone el vuelo.
Dulzura en
tus alas, batiendo, que
apenas posas en
ramas del anhelo.
Dulzura de sentirme
contigo blanca y pura.
Dulzura, en el pequeño
bosque, cerca del
riachuelo,
allí
dónde nuestro amor,
queda suspendido
entre la tierra
y el cielo