Yo que fui la burla de tu costumbre,
lo minúsculo de entre tus mínimos,
el nada de lo no existido,
la vorágine del remolino,
lo que ignora lo ignorado.
Yo que fui el idiota esperanzado,
el enamorado fiel,
el Poeta que te escribió,
el payaso de las lágrimas,
el de la visión ciega,
quien sintió amor enfermo
y destructivo.
Yo… que me fui en confianza,
que le daba a Dios gracias,
que fui creyente de lo insulso,
de lo blanco,
lo transparente,
de lo pulcro.
Yo que guié el timón
hacia el infinito precipicio;
yo ya sé quien eres tu,
yo ya no soy ese yo,
soy ese yo que te arrojó
a donde perteneces,
al desecho, al olvido,
a lo que solo se tira…
al desperdicio…
A.Maestre