Rafael Pablo

LOS OJOS DE MI MUÑECA

 

Abrió sus ojos
de autómata.


Que por su
voluntad
movía.


Fijos miró los
míos.


Oyendo la
melodía.


Que de su
caja salía.


Mientras
pensaba.


Que viva
estaba.


Era femenina
como la
Luna.


Que al cielo
ilumina.


Como la
perpetua
melodía.


Que de su
caja salía.


Tarde cuenta
me daba.


De que la
amaba.


Y que nunca
mía sería.


Porque no
estaba.


Muerta ni
viva.


Eran tan solo
unos ojos.


Que sin vida
vivían...

 

 

Rafael Pablo