La vieja casona,
que se divisa a lo lejos
ventanas y puertas que crujen
con el soplar del viento
los pájaros anidan y se escuchan
los piáres de los pollúelos que piden a grito su alimento.
Vieja casona,
como te abrasan las enrredaderás
los árboles milenarios y nativos te rodean
como guardas celosos, las flores de los jardines
rosas, violetas y jásmines entregan sus perfumes
que envuelven tu cuerpo dando belleza
dejando calidés y la gracias
de ver un pequeño paraíso
un anciano que vive en ella toma su guitarra y canta
unas estrofas para quienes la visitan.
Vieja casona, tu que ves al pobre viejo
con su pelo cano
una barba larga y blanca,
un bigote grande amarillo ocre
por el humo del cigarro, los dedos de sus manos
torcidos y quebrantados, su caminar lento,
su mirada triste, notándoce el cansancio
por el pasar de los años, como cada verano, invierno,
primavera,o aquel otoño que a lo largo del tiempo
viene viviendo en aquella vieja casona
como si fuera su amor eterno.