Triste la vida pasa como las olas,
a veces ya con descaro o suavemente,
va dejando en el fondo las caracolas,
momentos que ha soñado su historia a solas,
los otros que ha vivido sinceramente.
Tiene el alma gitana, tiene el embrujo
del que sabe que un día al fin partirá
hacia tierras lejanas donde el orujo
trazando va en el aire un nuevo dibujo
sobre el alma indecisa que viene y va.
Sueña con encontrar su nuevo destino,
en verdad su camino lo hace soñando,
con su zamarra al hombro escasa de vino
anda pasito a paso todo el camino
al frente la mirada va caminando.
Aunque ya la distancia va siendo corta
a veces qué pesada es la carretera,
el sudor en la frente ya no soporta,
puesto que a esta semblanza ya nada aporta
la trama de esta serie acabar quisiera.
Cree estar preparado mas es incierto
pues que para ese trago nadie está listo,
se tumba por las noches a cielo abierto
dudando si ese día llegue a buen puerto
puesta una vela al diablo y la otra a Cristo.
©donaciano bueno.