Herir tus labios, con mis labios, en un beso,
que de prohibida tu espalda, me provoca,
y el alma se escapa de mis huesos,
por beber del aliento de tu boca.
¿Quién puede cortar vilmente el ala,
de un ave, que herido trae el pecho,
y negarme el vuelo hasta tu lecho,
por ser varón quien te desea?
Si al amor le pone piel, quien va queriendo,
y nombre susurrado quien lo anhela,
¿Por que negarme y penar muriendo,
el querer de aquel varón que me desvela?.
Si solo entre las piernas mira quien condena,
nuestro amor florecerá en invierno,
por que llevo en mi torso tu cadena,
y el corazón a tus pies en el infierno.
Te amare callado, desgarrado por la ausencia,
si me amas en secreto.
Te amare regido, por la noche oscura,
si me amas en secreto.
Gabriel Plenazio