Murialdo Chicaiza

DESGLOSE I

SE disipa el lodo estancado de la noche

ante la costumbre áurea de este sol

Yo: vacío, con este hombre en el estómago

gritándome a dentelladas y lágrimas.

 

El cielo está claro, las nubes aún tímidas

cruzo por el cerebro de los de mi especie

y tengo que regresar a casa, pero antes,

cruzaré por calles espesas, por campos...

 

Tengo que terminar el tercero, ¿qué diré?

Que no soy el de antes, que no fuí el que soy.

Tarde, cuando apenas mate al hombre

regresaré por mi estómago y sus huesos.