Recuerdo como si fuera ayer, el último abrazo, entre tú y yo,
cuando pedía que se parara el tiempo, tan solo un segundo,
y, en la esquina de mis anhelos surgía, el agua y el fuego,
que escondía en mi boca con un sinfín de besos amorosos…
Hoy todavía, siento en mi dermis tus férvidos besos,
y, ese amor a medias que fue mío, un eterno agosto,
con esas tus fiebres que podía sentir hasta en mis huesos,
y, es cuando, necesito inocularme de tus recuerdos,
para soñar con esa noche donde bailábamos enamorados,
desnudos en arpegio lascivo, fogosos de afuera hacia dentro,
cuando todo era amor y no se presagiaba entre los dos,
el último abrazo, sin un adiós…
Luna&Poesía
12.09.2015