Corazón sucio, rendido, casi apaciguado
por los artificios de una realidad
que no es como tú crees que es.
Corazón a medias y corazón deshecho,
corazón solidificado ante la moral
que entona credenciales
difíciles de soportar y mantener.
Corazón iluminado gracias al alcohol:
leve corazón de hojalata,
esclavitud en medio de las costillas,
lírica que no se toca ni se excita,
pero que se puede –se debe- besar.
Corazón que mañana te casas,
que dentro de 3 años te divorcias…
Divino corazón de sal
y rosas sanguinolentas, de coraza amable
y sonetos muertos ante la realidad
de los hechos.