Ser actor era mi sino, entregarme por completo,
Darle vida a ese papel, convertirlo en algo nuestro;
Ser el centro de la escena, donde todos te contemplan
Y te admiran sorprendidos, cuando escuchan tus dilemas;
Ser galante enamorado, siempre cortando esa flor,
Encantarlas con palabras para amarlas con pasión;
El dinero, poco importa; disfrutemos de la vida,
Convertir el escenario en un bar o una cantina;
Viví así mi juventud, casi ni cuenta me di,
Pero llegó esa mujer y me tocó decidir;
Escogí total entrega, apoyo incondicional
Cuán gustoso le ayudaba para verla, al fin, triunfar;
Pero el mundo del artista está lleno de mentiras,
¡Cuántas cosas han quedado entre oscuras bambalinas!
Así como sigue al día la temida oscuridad,
Siguió pesada nostalgia a mi alegría fugaz;
Fue un instante el paraíso, el infierno, eternidad;
Y me vi frente a ese espejo, no lo podía aceptar,
Cada golpe había dejado en mi faz ese tatuaje,
De un payaso adolorido y sonriente ante el ultraje;
Y me fui haciendo invisible, el vano ayer se esfumó,
Dagas eran los recuerdos y espinas dejó aquel amor;
Se olvidó de aquel pasado, su momento era feliz,
Aquel tonto enamorado fue un pasajero desliz;
Y aquí estoy en este invierno, donde todos me critican,
Nadie puede comprender, rauda, la gente, te olvida;
Y me miran con malicia, y de todo se aprovechan
Nadie escucha mi llorar, cuando estoy tras esa puerta;
Sólo me queda el refugio de esta bella ocupación
Darle vida a este papel con la vara del actor;
Esa magia colorida mi deseo de contar
Cómo se escapa la vida y llega la soledad;
Es un instante la gloria, inmensa es la caída;
Es un instante el amor, larga la melancolía;
Es la vida una ilusión, la esperanza es homicida;
Pero yo soy muy feliz, porque amo la poesía;
Cuando escribo mis poemas, cuando interpreto mi canto,
Cuando lo subo para ellos, cuando me gana el quebranto
Al leer sus comentarios, al sentir cariño tanto,
Digo: -¡Hombre vuelve a reír; borra de tu faz, el llanto!…