boris gold

MI AMIGO EL FLACO

 

Recorriendo el poemario universal, nos encontramos con letras que homenajean a todo aquél que ha hecho algún merecimiento en la vida y me parece muy bien, pero no reconocer la importancia que tiene uno de los más importantes, honestamente…. me parece una herejía.

Me refiero ni más ni menos, que al órgano reproductor masculino. ¡EL PENE! (más conocido por el flaco)

 

 

Un triste poema que no debiera faltar en

¡LA CARTERA DE LA DAMA...

Y EL BOLSILLO DEL CABALLERO!

 

Una noche ingrata

cual baldón siniestro,

se entregó mansito

como en un atraco,

fue duro aceptarlo

iba a la deriva,

un paso en falso

y se murió...el flaco.

 

Para mi fue un cambio

que dio vuelta todo,

tantos años juntos

de noche y jolgorio

la luna es testigo

de ver con que empuje,

se abría camino

era un JUAN TENORIO.

 

A veces la vida

se pone fulera,

y para jodernos

nos hace perder,

a un amigo de alma

el flaco era eso,

camino muy solo

no lo puedo...creer.

 

Nunca fue agrandado

ni de hacer barullo,

atento cual lince

y de ojos abiertos,

en momentos bravos

si lo zamarreaba,

fue siempre un consuelo

y muro...de los lamentos.

 

La nostalgia me acompaña

porque siempre lo recuerdo,

lo veo como un columpio

donde contento me hamaco,

y apenas cierro los ojos

él siempre se me aparece,

lo extraño con mucha pena

a mi gran amigo...el flaco.

 

Fue un día, no se cuando

empezó a ponerse triste,

ya no era el juguetón

entrador y gran versero,

se fue deprimiendo de a poco

y lo sentí amargamente,

era un auto de carrera

hoy un carro...de lechero.

 

Lo vi infinidad de veces

excitado y muy nervioso,

le ofrecí gentil una mano

y la dos, de corazón,

también lo vi cuando entraba

como una tromba en la pista,

pedía cancha el loco

y hacía tronar...el cañón.

 

Te ofrezco un responso

hermano del alma,

lo tengo asumido

y ya no te espero,

pero me da bronca

que me pase esto,

si nacimos juntos

y te moriste...primero.

 

Boris Gold

(simplemente…un poeta)

 

(Y que últimamente anda mordiendo la banquina)