No llueve,
hace calor sobre la arena,
una ventisca de tormenta
que amenaza a la hilera de cangrejos,
barre sus casas lejos del agua.
Pasajera que viaja sobre una nube opaca
se estaciona encima de la playa.
Hay silencio, ese antes del destino marcado,
antes del párpadeo de las horas que mueren
en una tarde cualquiera con ventisca
y sin llover.
ZZa
Octubre 2015