Dóciles graznidos lanzan
las afonicas palabras,
invocando sus miradas
hacia lo absurdo, lejano,
Dónde sus incipientes reclamos
no llegan...
Son sus cegueras
apagas, enardecidas fauces
en esta primavera
Real y cruel esfera
que impone reglas
y, amenazan con tijeras
aniquiladoras de sueños
Cerraré mis ojos (una vez más)
para no verte caer
deambulando por el asfalto
Oh, paraíso que te escabulles
fugitivo de alboradas!
Dónde quedaron tus voces?
Dónde van a morir los silencios?
Es ésta mi tierra bendita!
Auxiliadora de esperanzas!
Cuna y vientre
de un larguísimo anhelo
que sueña con despertar...