En el corazón habita
Un huésped bronco y desnudo:
Quiso reír... y no pudo,
Al verme el alma marchita.
El bronco huésped desea
Provocar una marea
De desamor a su paso,
Por ello le pongo un lazo
Para que preso se vea.
Mientras, el alma marchita
Se empeña en reverdecer
Como bella margarita
Cumpliendo con el deber.
El deber ser, responsable
Ante la vida y el mundo,
Creando un mejor lugar...
¡Un lugar, grato y fecundo!
Siento que el huésped ignora
La potencia del amor;
Por ello vive desnudo
De la paciencia y candor
De una mente ruiseñora.