Te fuiste por un rumbo
sin mirar atrás,
obviando a todo aquel que te añorara.
Hoy marchas por la nada
sintiendo estar aquí,
sintiendo estar allá.
No miras, no hablas,
no eres nadie…
No habrás de detenerte
así te lloren.
Quisieras retenerte
pero sabes
que volver quizá no sea posible.
Que en todo tu camino
Dios siempre esté contigo…
jamás olvides que donde estés,
siempre estarás conmigo.
Y sé feliz.
No sabes cuánto y cuánto lo deseo.
No centres ya la mente en tu regreso.
Volver tal vez de pronto sea imposible;
quizá ni nos volvamos a encontrar.
Y aunque me duela, yo debo aceptar
que donde estés,
estarás mejor.
Lo sé bien.
Y sé feliz.
Siempre estarás conmigo en mi recuerdo,
y así todos los días que andes lejos
comprobarás que cuando estabas cerca,
luché para que fueras muy feliz.
Adiós… Que seas feliz.