Creo
que la honradez
hay que buscarla entre las mentiras
que la honradez, no es amor de cercanía
que lo honesto de mis besos
está en mis labios,
el resto es pura fantasía,
ilusión, en las manos
del mago de la madrugada,
que anda suelto por las esquinas
y en mi curso de melancolía
suspendí la asignatura
y mi profesor,
sale y entra del mar, cada mañana.
Creo que mi dolor de cabeza,
es para la aspirina
y el dolor de mi corazón
es cosa tuya.
La sinceridad, se ha vuelto mentira
y la mentira anda dando vueltas todavía.
Al final me detendrá la policía
por abusar de las mentiras
o por besar, cuando no debía.
En todo caso
pide prestada la llave al carcelero, a cambio de un beso,
para salvarme de esta travesía.
2.