Llegas como un torbellino
haces dudar de mi destino,
llegas a quebrantar mi calma,
regalas alturas a mi alma.
Llegas sin avisar, de improviso
derribas puertas sin permiso,
de mis noches y días te adueñas,
pesadilla que despierto, se sueña.
Haces que me aparte del mundo,
mientras de tu esencia me inundo,
eres un fantasma remoto
que solo causa alboroto.
Eres un sueño perverso,
que dispara al universo,
una poderosa luz radiante
que lanza en vuelo rasante.
Aunque provoquen tormentos,
todos amamos esos momentos.