Las noches se han ido sucediendo
en un rápido corretear de estrellas
y mientras se fundían todas ellas,
los minutos de mi vida iban muriendo.
Nunca imaginé que tan poco duraría
el amor que un día me juraste,
pero debo reconocer…..¡me superaste!
y borraste todo aquello en que creía.
¿Por qué no decírmelo cuando debías?
¿Por qué colaborar a que me hundiera tanto?
¿Por qué dejarme sumida en el quebranto
y en lo monumental de mi apatía?
Solo la luz de un fósforo ha sido
la representación de nuestro amor pasajero,
aquel que te entregué con pasión y esmero
y dejaste arder en los infiernos del olvido.
Sin embargo no entrarán, en mi, razones
como para no querer ser parte de tu sombra,
es mi cuerpo el que, en las noches, aún, te nombra
mientras tú sigues matando corazones.
Ruego al cielo que cierre ya mis ojos
para rendirme ante este sueño ya acabado.
Sin remordimiento, mi corazón te has llevado,
pero me has dejado amarrada a mis despojos.
Benkiju (DR)