Llamarada

DESPERTÉ SUDOROSO Y EMPAPADO

*

Desperté sudoroso y empapado,

y jadeando en extremo, vi la hora;

sentía en mi cuerpo, un calor copado,

al pecar impuro, en lo que en mí, aflora.

 

¡Solo por ella, el alma, sufre y llora!

Y el corazón espera, sea amado

¡Todo mi ser, sus caricias añora!

Y si la pierdo, moriría ajado.

 

¡Es una constante, en brazos tenerla!

Cumplir, sin pudor alguno, el deseo

 y al soñarla a diario, en mis sueños verla.

 

¡Es, amarla, hasta el límite, soñando!

Y al desear, dentro de mí, absorberla,

cambiar fluidos, cuando la estoy amando.

 

*

Soneto

14 versos endecasílacos