Dejábase caer...
entristecida en su mirar
mientras un océano de plata
levantaba un ancho mar...
Septiembre caducaba su sueño
melancólicamente inerte...
y un mar de terciopelo ajado
acariciaba su macilento rostro
herido de añoranza y beso,
y entre sueños caducos
y heridos de melancolía...
mi amada zahería la tarde
prendada en su monotonía.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.